La nevera, la lavadora o el lavavajillas, son algunos de los electrodomésticos que disparan tu consumo eléctrico

Àngela Mollá Vila

Àngela Mollá Vila

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Mientras tú duermes tu hogar continúa despierto

Seguro que sabes que mientras duermes tu casa continúa consumiendo energía. Pero, ¿sabes cuánto consume y qué solución puedes aplicar para reducir este consumo? Algunos de los electrodomésticos que utilizamos en nuestro día a día están constantemente conectados y funcionando, pero podemos hacer pequeños gestos que nos ayuden a ahorrar en nuestra factura de luz.

¿Cuánto consume cada electrodoméstico?

Para poder solucionar este problema es interesante saber qué electrodomésticos son los que más energía gastan. Según la marca y el modelo de la maquinaria variará su consumo, así que, puedes saber exactamente lo que consume leyendo su etiqueta. Si ya no la conserva también puedes coger referencia de la siguiente información.

Trucos para ahorrar energía

Hay algunos de estos electrodomésticos que no pueden ser apagados ni programados, como por ejemplo el frigorífico o el congelador, aunque sí que se puede regular su temperatura. Para conseguir un ahorro de energía con estos dos, la mejor temperatura para la nevera está entorno a los 4ºC-5ºC, y el congelador a -18ºC.

Existen otros electrodomésticos que sí podemos modificar como, por ejemplo, el ordenador, que cuando termines de usarlo puedes desconectar-lo de la luz, igual que la televisión. Así conseguirás que durante las horas en las que no lo estés usando, como por ejemplo, por la noche mientras duermes, estos no consuman energía. Otro consejo que puedes aplicar es la optimización de los lavados en el lavavajillas y la lavadora, al igual que el uso de la secadora. Si quieres ahorrar en energía con estos tres electrodomésticos puedes optar por hacer lavados grandes o, en el caso de la secadora, puedes tender la ropa al sol siempre que sea posible, sobre todo durante los meses de verano.

Al igual que la lavadora o el lavavajillas, se puede aprovechar al máximo el uso del horno y su consumo cocinando varios platos a la vez, utilizando el calor residual o apagándolo cinco minutos antes. Por último, el aire acondicionado, que como ocurre con la temperatura del frigorífico y del congelador, debería regularse y estar entre los 24ºC y los 26ºC en verano. En invierno debería estar entre los 20ºC y los 22ºC para compensar con la temperatura exterior, o entre los 15ºC y los 17ºC durante las horas de sueño.

El consumo energético de nuestros electrodomésticos puede ser considerable, incluso mientras dormimos, pero existen diversas estrategias para disminuir este gasto. Reconocer los aparatos que más energía consumen y ajustar su uso puede resultar en ahorros significativos en la factura eléctrica.